LO QUE VALE UNA VIDA
Estoy en esa edad en la que un hombre quiere
por encima de todo ser feliz, cada día.
Y al júbilo prefiere la callada alegría
y a la pasión que mata, la renuncia que hiere.
Vivir entre las cosas mientras que el tiempo pasa
-cada vez menos tiempo para las mismas cosas-
y elegir las que valen una vida: las rosas
y los libros de versos, y el viaje y la casa.
Hasta ahora he vivido perdido en el mañana
--seré, seré, decía-o en el pasado -he sido
o pude ser pensaba-y el mundo se me iba.
Ahora estoy en la edad en la que una ventana
es cualquier aventura, y un regalo el olvido.
Ya no quiero más luz que tu luz mientras viva.
¡Qué bonito poema!
ResponderEliminarSí,Ángela, es un poema extraordinario. No me canso de leerlo. En realidad, Rafael Juárez, creo que ha sido para mí uno de esos descubrimientos que durarán toda la vida. Un saludo y gracias por venir.
ResponderEliminarCoño, Felipe, que bueno, no conocía a Rafael Juárez, pero le seguiré. Ya sabía yo que era una buena idea hacer este blog contigo, voy a descubrir un huevo (soy un poeta, you know) de autores nuevos gracias a ti. Después de Sanchez Rosillo y de Margarit, este tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Manuel, es un poeta extraordinario y extrañamente poco conocido. Supe de él gracias a Antonio, hace unos meses, y desde entonces he leído todo lo suyo que he podido encontrar. Y te aseguro que este hombre tiene versos imborrables. Tiene un don.
ResponderEliminarUn abrazo Phileas Fog! jajaja