domingo, 10 de julio de 2011

Todos nosotros (Felipe Cano)












TODOS NOSOTROS

Yo no recuerdo cuándo
perdí la inocencia.
Si fue de golpe o fue
un descubrir paulatino.
Me ocurre a veces
que escucho a alguien
y siento idéntica la maravilla
de cuando era niño, esa mezcla
de respeto, expectativa e inseguridad.
Pero hoy he descubierto
algo que me intriga aún más
haber olvidado: a mi hija
seria y ensimismada
con una hondura de siglos
frente a un grifo abierto
intentando retener el agua
entre sus pequeñas manos.
Y me he imaginado
a mí mismo -a todos nosotros-
en ese trance fundamental...
Hermosa voluntad de querer
lo imposible. Sólo la muerte puede
retener el agua entre sus manos.


Fotografía Laia Aguilar.

9 comentarios:

  1. Qué maravilla de poema, y que foto más buena!! Por esto merece la pena hacer este blog :-) Gracias, Felipe.

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  2. Gracias a ti, Manuel. Todo queda el familia: la foto es de mi mujer. En ella estamos mi hijo Pablo y yo.

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  3. Hermoso poema!!! Y hermosa la carita de Pablo escuchando concentradísimo a su padre y ese dedo admonitorio Felipe...hummmmm.
    Muchas gracias Felipe por este y por todos los poemas que publicaste en la página de AMM

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  4. Gran poema y gran foto, Felipe.
    Muchas fotos, dentro de esa foto. En la esquina superior izquierda de tu foto, la esquina inferior derecha de otra foto. Luego está la foto que nos está haciendo Pablo con la cámara de su jersey (en la que saldríamos nosotros mirándoos). Y luego, el tema del poema, que resume la esencia de la historia de las fotos: esa obsesión del ser humano por retener lo fugaz.
    Saludos

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  5. Toma ya, Phylax. Qué dotes de observación, jaja. Te cuento secretos: la foto enmarcada en la esquina inferior derecha están Ingrid Bergman con una periodista española, y está dedicada por la Bergman de su puño y letra. Mi mujer la encontró en Los Encantes de Barcelona hace unos años.
    Y la foto nuestra, en realidad, la hizo mi mujer para una campaña publicitaria de su marca de ropa, Bobo Choses. El jersey de mi hijo Pablo con el dibujo de una Leika es de la marca.
    ¡Lo que da de sí un poema! jaja.

    Un saludo, Phylax. Me gusta mucho verte por aquí.

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  6. Sí, sí, pero del dedo admonitorio que te dice Ana no dices nada, represor!! :-)
    No se lo tengas en cuenta, Felipe, que la Ana es muy roja y se acuerda todavía del Wojtyla amonestando a Ernesto Cardenal, del que un día habrá que poner un poema aquí, y claro, le sale la vena rojaza.

    Un abrazo a todos, esto parece una habitación de la casa de Antonio ;-)

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  7. Jajaja. Sí, el dedito es un poco de abuelo cebolleta. Sobre las imágenes del Juan Pablo 2 bronqueando al Cardenal, a mí me encantan: la mala hostia que gastaba el amigo.

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  8. Manos de padre poniendo orden al mundo para el hijo, para que todo sea más fácil. ¡Tan bonita la foto y el poema y ya ves, dan de llorar!

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